32. Arrebato

En 2009, Chus Lago atravesó la Antártida sin oxígeno, sin perros, bajo el sol perpetuo del Polo. Afrontó el viaje relatándolo, día a día, a una webcam. Mezclo su figura obsesiva, dentro de la tienda de campaña, con la de Timothy Treadwell, el ecologista paranoico de Grizzly man, escondido en los bosques de Alaska y que también hablaba a su cámara dentro de una carpa ilegal.

¿Qué se quedará la cámara?

31. Test

No es lo mismo hablar en París VIII que en Estonia. Habría que poner a prueba todo argumento marxista frente a un auditorio ex-soviético. Como prueba de resistencia. Hablar frente a la cabeza gigante de Lenin, tumbada en el cementerio.

30. Arqueologías del futuro

Una semana con Jameson, sin Jameson. En Tallinn. Mientras cientos de profesores de filosofía y teóricos de la literatura discutían, bebían, alternaban con las autoridades del país, me imaginaba a Jameson escondido entre la maleza. No sé si armado o riendo.

29. Lo impensable

Platón expulsó a los poetas de la República porque podían hacer creer a las personas que el mundo era diferente y porque sus relatos resultaban contradictorios entre sí. La capacidad de transformación de la poesía reside en su imposibilidad de ser aprehendida: ese es su poder. Pienso en Marcuse: la ambigüedad es lo único que impide que el arte sea una máquina de reproducción de la ideología dominante. Pienso de nuevo en Rancière: la experiencia estética puede prevalecer por encima de la dominación de clase sobre la que a veces está fundada. Un obrero mal pagado no suspende su juicio estético. Pienso en el matema de Badiou: pensar lo impensable.

28. Ellas

Los huéspedes se retiran. He entrado en la habitación a buscar mi cámara. Dentro hay tres chicas durmiendo, con su caritas apacibles, iluminadas por la luz del sol. Parecen recién muertas. Recién nacidas. Hay un frío erótico en las literas.

27. Modulador

Un botón de reseteo es una herramienta de poder.

26. Ser rescatados

Internet ha dejado de funcionar durante cuarenta minutos. Me daba miedo pedir que lo arreglasen, por si lo estropeaban para siempre. Me daba miedo confiar en que alguien podía arreglarlo. Opté por una pequeña iniciativa. A diez metros de mi mesa, la recepcionista me confirmó que, en efecto, Internet no funcionaba. Y me recomendó que esperáramos. La impotencia subió un escalafón en la pirámide del poder.

25. Así razona Rancière

Cuando tratamos de discutir un argumento, lo simplificamos, reducimos sus dimensiones como si despertara en nosotros un temor bélico. Rancière se deleita antes de rebatir. Profundiza tanto en las razones del otro que nos convence y, solo cuando estamos convencidos, lo echa todo por tierra. Nos deja retóricamente desamparados. Es muy presumido.

24. The uncanny

Me parece que hay un insecto debajo de mi ordenador. Sé que está ahí. No lo veo.

23. Arrugar el gesto

Jacques Rancière es profesor emérito en Paris VIII. Lo he escuchado en Estonia, hablando un inglés de paritorio, apretando los sonidos, incapaz de expulsar la siguiente palabra. Mientras divagaba de pie sobre la distribución de lo sensible, sobre el comunismo como una forma de entender el mundo que se materializa en una experiencia sensorial, ilustrando su doloroso avance en el lenguaje con carteles de Rodchenko, con fragmentos de Vertov donde la vida es un movimiento del que todo trabajador participa, Rancière subía la pierna derecha. La balanceaba como quien arruga el gesto mientras recorta, cose o aprieta el bolígrafo. Llevaba la conferencia escrita a mano. Se concentraba.

22. Home sweet home

Durante los tres últimos días, me han invitado a correr por el bosque (Aarhus, Dinamarca), a comer una galleta recién hecha a las 4 am (Helsinki, Finlandia), a responder en inglés preguntas insidiosas sobre poesía española (Tallinn, Estonia), a viajar en trineo al poblado humano más al norte del mundo (Thule, Groenlandia). Dónde he estado, dónde no estado. Este teclado es mi casa.

21. Havtik, 02/06/12

Hora de cenar en Helsinki. Como arroz con los embutidos que sobraron esta mañana. El arroz lo he cogido de una estantería común porque la caja ponía Havtik, 02/06/12. Nos obligan a anotar nuestro nombre y fecha de salida en cada alimento. La estantería -llena de bolsas, latas, tetra briks- parece una necrópolis con restos de los que se fueron. Este arroz ya no era de nadie y, sin embargo, lo ceno con culpa, como si lo hubiera robado. No sé compartir con desconocidos. Recuperar ese lenguaje.

20. Parálisis

Hace dos días que no puedo mover el brazo izquierdo. Me duele la pierna del mismo lado. Anuncian el rescate de Europa. La política también puede somatizarse.

19. Internacional situacionista

¿Cómo crear una discontinuidad en la percepción de la realidad, trastornar la inercia de lo cotidiano?

18. At your own risk

¿Es el realismo reaccionario estéticamente? ¿Es la experimentación un juego para élites de iniciados? ¿Debe la revolución estética sacrificar la capacidad de impacto político? Mueran las dicotomías. Y, sobre su tumba, se me ocurre: la perturbación de lo cotidiano, la transformación de su llanura en un campo de minas. Sembrar la inquietud. Y pase quien quiera.

17. La sierra y el llano

Cortázar traduciendo al Che, sus crónicas vertidas en monólogos experimentales: la mitad de los debates estéticos de nuestro tiempo.

16. Lo hablaba...

El mesianismo es la tara de la revolución. Lo hablaba con Diana, lo hablaba con José Manuel. Solo la conciencia de la propia falta de emancipación puede convertirse en una herramienta. ¡Soy libre!, grita el mayor de los esclavos. Oh sujeto activo, príncipe gramsciano.

15. Memoria

Me he olvidado de mi móvil, me he olvidado de tu número, he olvidado la dirección del apartamento. Tengo un billete de avión y 32 años. Si no recordara nada, ingresaría en la felicidad del árbol. Un árbol mira a un poste de teléfono.

14. Jerigonzas

Las experiencias traumáticas bloquean nuestra capacidad de contar. Decía Benjamin que la gente volvía muda del campo de batalla: En lugar de regresar más ricos en vivencias comunicables, volvían empobrecidos. O recurrían a clichés para narrar.

13. Escritura automática

La improvisación es el circo de los lugares comunes.

12. Exfoliación

Soltar células muertas, como en una piscina llena de peces roedores. Garra rufa de la palabra. Su hambre, mi sueño.

11. Íbamos a arreglar el mundo

El papel se apaga. Me lo dijo Miguel Ángel mientras trataba de encenderse por tercera vez un cigarrillo, a la intemperie. Y la frase nos apagó la charla.

10. Los huéspedes

Entran y salen de su habitación, se sientan, leen, cocinan enfrente de mí. Los escucho carraspear en el baño y siento su mirada sobre el ordenador cuando pasan. Me miran con inquietud, quizás con miedo. Pero yo soy inocua. Jamás tengo fantasías de destrucción ajena.

Me pregunto si lo anterior me convierte en la persona más peligrosa del mundo.

9. Recuerdo que...

Bebíamos. Aura recibió el siguiente SMS de un amigo italiano: Paura per Hollande, un fulmine colpisce il suo aereo durante il volo. Tras un ridículo análisis, convencí a tres personas de que aquel mensaje no podía ser más que simbólico, una observación política cifrada. Estaba convencida. Eran las 19 h del 15-M. Hollande había sido investido unas horas antes y volaba hacia Berlín. Leímos el periódico al volver a casa.

La literatura es un malentendido con fortuna. La realidad hace observaciones políticas.

8. Self

Yo quería pensar en Europa desde su extremo, en Madrid a tres mil kilómetros de distancia. Veo nuestros ombligos. Simone Weil se contemplaba a sí misma, pero lo convirtió en un acto de comunión. Decía: Los hombres nos deben lo que habíamos imaginado que nos darían. Perdonarles esta deuda.

7. Tapiarse

Me obsesionan las emparedadas, esas mujeres medievales que se enclaustraban de por vida en una habitación tapiada. Voluntariamente. Ejerciendo una forma radical de sumisión que perseguía la libertad del eremita. Un pequeño ventanuco las comunicaba con el exterior. Salía mierda, entraba comida. La sala donde escribo no tiene ventanas, amo la luz artificial.

6. Dónde

No podéis saber si estoy en Helsinki.
No hay forma de probar la verdad de este laboratorio.

5. Hacer esto

Hago esto porque detesto la improvisación. Contravengo mis principios de escritura porque hoy no me sirven para escribir. Fuerza de voluntad se dice sisu en finés. La determinación es el valor nacional.

4. A flote

Una página sin palabras es una cabeza con palabras. Todo lo que callas prepara tu naufragio. Achico literatura como un marinero el agua.

3. Contrato

¿Por qué no hago esto a solas? Porque la posibilidad del lector es un compromiso. Sí, quiero.

2. Mística pública

Llevo tanto tiempo sin escribir que necesito un castigo. Castigarse es el último de los placeres. No me rapo, no me quemo, no me amputo: me conformo con no dormir. Practico un encierro en un espacio público: la sala común de un albergue. Me dejo atravesar la soledad.

1. En blanco

Se ha hecho de día a las cuatro de la mañana. Comparto habitación con diez estudiantes, la ventana entreabierta, sin cortinas. Mi compañera de litera viene de Shanghai y habla mientras duerme. Los sueños de China no me dejan dormir.

Helsinki no es hoy una ciudad con historia, costumbres, ciudadanos. Es el lugar donde no se pone el sol. Mi vigilia.