23. Arrugar el gesto
Jacques Rancière es profesor emérito en Paris VIII. Lo he escuchado en Estonia, hablando un inglés de paritorio, apretando los sonidos, incapaz de expulsar la siguiente palabra. Mientras divagaba de pie sobre la distribución de lo sensible, sobre el comunismo como una forma de entender el mundo que se materializa en una experiencia sensorial, ilustrando su doloroso avance en el lenguaje con carteles de Rodchenko, con fragmentos de Vertov donde la vida es un movimiento del que todo trabajador participa, Rancière subía la pierna derecha. La balanceaba como quien arruga el gesto mientras recorta, cose o aprieta el bolígrafo. Llevaba la conferencia escrita a mano. Se concentraba.